Decarbonatación / carbonatación

En los suelos carbonatados se produce una lixiviación particular que se llama decarbonatación.

El proceso de decarbonatación representa la movilización de los carbonatos, que se disuelven bajo la forma de bicarbonatos solubles y migran con las aguas de percolación. La carbonatación se produce cuando los bicarbonatos pasan nuevamente a carbonatos insolubles y se acumulan.

La acumulación de los CO3 secundarios se produce a una determinada profundidad, de manera que el suelo se encuentra sin carbonatos en los horizontes superiores y con carbonatos en los horizontes inferiores (típicamente en el C).

El proceso de carbonatación es típico de las regiones áridas, semiáridas y subhúmedas, con una suficiente escasez de agua como para que los CO3 puedan acumularse en el suelo. Como resultado de este proceso, se forman horizontes cálcicos.

La propia morfología de las acumulaciones de carbonatos es una clara manifestación de su movilidad. Por ejemplo su distribución localizada en grietas y poros del suelo,

también en nódulos blandos pulverulentos y de borde difuso, es decir, que se integran paulatinamente en el suelo,

y la existencia de revestimientos en los agregados, así como otras veces localizadas en la parte inferior de las gravas.

El proceso de carbonatación se encuentra ampliamente desarrollado en este servidor Web, en el apartado Monografías, en el capítulo: Carbonatación en suelos, y concretamente el estudio de los carbonatos en el microscopio se tratan en las páginas: Aspectos micromorfológicos.

 

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