Resultados del proceso de iluviación de arcilla. 1

 

 

La iluviación es un proceso complejo que no es fácil de estudiar y frecuentemente presenta dificultades para su reconocimiento.

Dado que es un proceso ampliamente representado en los suelos (especialmente en los de climas con periodos muy secos y períodos muy húmedos alternantes) ha sido muy estudiado y existe un amplio abanico de técnicas para su caracterización.

El desarrollo del proceso de iluviación de arcilla deja una huella muy marcada en el suelo. Estos cambios se reflejan a muy diversas escalas.

En el perfil del suelo

A nivel macroscópico

A nivel de laboratorio de análisis

A nivel microscópico

 

A nivel del perfil

El arrastre de las partículas de arcilla de los horizontes superficiales y su acumulación a una determinada profundidad, origina cambios visibles en el perfil del suelo de: coloración, textura, estructura y consistencia.

Su manifestación macromorfológica más significativa es la de producir un fuerte cambio textural (granulométrico) en el perfil, apareciendo un horizonte superior empobrecido en partículas finas, de textura gruesa (es el horizonte eluvial u horizonte E) y un horizonte profundo donde se acumula la arcilla iluvial, por tanto de textura fina (horizonte iluvial, Bt o árgico).

Así, un perfil en el que la iluviación de arcilla ha sido muy intensa muestra una secuencia típica de horizontes A, E y Bt. El horizonte eluvial E se presenta decolorado, a veces de color blanco neto, de textura arenosa y estructuras poco desarrolladas. Por el contrario, el horizonte iluvial, presenta coloración parda o roja de altos cromas, su textura es arcillosa y presenta un fuerte desarrollo de la estructura, con amplias y numerosas grietas, de tipo en bloques angulares gruesos o prismática. Pero desgraciadamente, frecuentemente el perfil de un suelo ilimerizado no es tan demostrativo y es muy normal que el suelo carezca de horizonte E, bien porque no haya sido la iluviación de arcilla lo suficientemente intensa como para diferenciar al horizonte E del horizonte A, o porque al ser un horizonte superficial y de estructura poco desarrollada tiene gran tendencia a erosionarse, o también debido simplemente a su mezcla con los horizontes adyacentes por la acción del arado.

       

El desarrollo de este proceso de iluviación de arcilla conduce a la formación de un horizonte Bt que típicamente origina un suelo que se llama Luvisol

                               

 

En los suelos en los que presenta iluviación de arcilla y carbonatación no se ha producido la migración conjunta y simultánea de ambos materiales. Las arcillas permanecen inmóviles floculadas por el calcio y no es se movilizan hasta que este se ha lavado de carbonatos. Primero pues se produce la acumulación de carbonatos en los horizontes profundos del suelo y después se produce la iluviación de arcilla que se detendrá justo al llegar al horizonte cálcico por inmovilización del calcio.

De esta manera en estos perfiles siempre se presenta el horizonte cálcico y encima el horizonte árgico. Siempre en la misma secuencia arriba el árgico e inmediatamente debajo el cálcico. Sin embargo si en el microscopio observamos revestimientos de carbonatos sobre las acumulaciones de arcilla iluvial (como se muestra en la siguiente imagen) es porque los carbonatos se han movilizado después de la arcilla lo que constituye uyn hecho anormal y sólo puede ser justificado por una recarbonatación secundaria del los carbonatos en el suelo (se trataría de un suelo de génesis compleja).

 

Microscopio virtual con zoom e imágenes navegables

Horizonte Bt arcilloso de fácil reconocimiento de la iluviación de la arcilla

 

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