Suelos de la zona Carbajosa - Arapiles (Salamanca). Fase 1.

 

 

Respuesta errónea

Como se le indicaba en el planteamiento de la pregunta, la naturaleza y abundancia tanto del cemento como de los granos de arena condicionan de modo decisivo la meteorización de estas rocas y por tanto el tipo de suelo que generan. El cemento implica coherencia de la roca, lo que se traduce en resistencia frente a la meteorización e impermeabilidad frente al agua y aire y dificultad de penetración de los organismos. La naturaleza mineral influye en la velocidad de alteración y en el tipo de elementos liberados (nutrientes en el caso de muchos minerales y sólo sílice en el caso del cuarzo).

Las areniscas silíceas duras de la zona representan rocas muy resistentes, (darán relieves planos, frecuentemente resaltados, destacando en el paisaje) que se edafizan muy lentamente (el cemento silíceo les confiere gran estabilidad e impermeabilidad) y la alteración libera pocos nutrientes debido a la abundancia de cuarzo (sílice). Es pues lógico que sobre estas rocas se presenten Leptosoles háplicos (dístricos) y en las zonas en las que la alteración se haya desarrollado algo más el suelo formado rebasará los 25 cm y aparecerán Regosoles lépticos (dístricos).

Las areniscas blandas presentes en este área se alterarán con mucha mayor facilidad (por su mucha mayor porosidad y por su mineralogía, con feldespatos y micas) y por tanto darán relieves más irregulares, frecuentemente suaves y con suelos de desarrollo medio a alto y por su porosidad con marcada tendencia a presentar iluviación de arcilla. De todo lo anteriormente expuesto es fácil deducir donde se presentaban los Luvisoles háplicos.

Ahora puede pasar a la siguiente fase de Evaluación de Suelos. Para ello elegiremos los dos suelos más representativos de esta zona: el Leptosol háplico (dístrico) y el Luvisol hápico.