3.4. Los organismos como factor formador
3.4.1. Acciones de los organismos
Básicamente los organismos ejercen tres acciones fundamentales:
Constituyen las fuente de
material original para la fracción orgánica del
suelo. Residuos y restos vegetales y animales que al morir se incorporan
al suelo y sufren profundas transformaciones.
Ejercen importantes acciones
de alteración de los materiales edáficos. Los organismos
transforman los constituyentes del suelo al extraer los nutrientes
imprescindibles para su ciclo vital. El papel de los microorganismos
en la transformación de la materia orgánica es tan
importante como para que la humificación apenas se desarrolle
en su ausencia.
Producen una intensa mezcla
de los materiales del suelo como resultado de su actividad biológica.
Estas acciones son realizadas al máximo nivel por las lombrices del suelo. Su enorme importancia fue ya puesta de manifiesto por Darwin, en 1881, que no dudó en afirmar que "es dudoso que existan otros animales que hayan jugado un papel más importante en la historia del mundo que estas criaturas de organización tan simple".
Mucho tiempo antes, los egipcios ya las consideraban como "dioses menores" al observar cómo, tras las inundaciones del Nilo, las lombrices incorporaban al suelo los limos aumentando su fertilidad. La realidad es que sin las lombrices no existiría el suelo, y sin suelo no se habría desarrollado la vida, por lo menos tal y como la conocemos hoy día.
3.4.2 Efectos sobre los constituyentes y propiedades
El tipo y abundancia de la materia orgánica del suelo está directamente relacionada con los organismos del mismo.
Favorecen el desarrollo y
estabilidad de la estructura (como consecuencia directa de su
circulación a través del suelo y también
al excretar residuos de intenso poder agregante).
Aumentan la porosidad del
suelo.
Favorecen el drenaje.
Influyen en el microclima
(la vegetación produce sombra y disminuye la evaporación, aunque también consumen gran parte del agua del suelo).
Protegen al suelo de la erosión.
Por efecto mecánico (la cobertura vegetal, así como
los restos acumulados sobre la superficie, protege a éste
de los impactos de las gotas de lluvia) o por el poder de agregación
que unen a las distintas partículas del suelo y así
quedan fuertemente retenidas.
Panorámica desde el Castillo de Neuschwanstein en Baviera (Alemania)