Tema 12. Contaminación por sales solubles

 

3 Causas de salinidad

El proceso de acumulación de sales en los suelos con predominio del Ca y el Mg se le denomina salinización. Cuando es el Na el que predomina netamente el suelo evoluciona de muy distinta manera, desarrollándose un proceso, con resultados completamente distintos, que es el llamado alcalinización.

Dos son las condiciones necesarias para que se produzca la acumulación de sales en los suelos: aporte de sales y su posible eliminación ha de estar impedida.

 

3.1 Origen de las sales

Para que un suelo se contamine en sales se han de cumplir dos condicones: que haya un aporte de sales y que estas no se eliminen.

Aporte de sales

El regadío es la causa principal de contaminación por sales.

La puesta en regadío de una zona, sin un estudio previo de planificación del suelo, del agua, de la geomorfología e hidrología ha sido la responsable de la salinidad de extensas áreas agrícolas en todo el mundo (especialmente en las regiones áridas y semiáridas).

El agua muy frecuente aporta directamente las sales al suelo. Como es sabido en la naturaleza no existe el agua pura y al añadir sistemáticamente agua durante largos periodos conduce a una acumulación no deseada de sales en el suelo. Pero los problemas se vuelven realmente graves cuando se utilizan aguas para el riego con altas concentraciones en sales. Aparte por el efecto del mojado se pueden producir modificaciones negativas como serían la liberación de sales del propio suelo y de su material original así como procesos de alteración mineral que liberarían iones que pueden recombinarse para formar sales solubles.

Es clásico el ejemplo de la región de Mesopotamia en la que la utilización de aguas de riego salinas condujo a la salinización de los suelos. La pérdida de la productividad de las tierras fué la causa de caída de la civilización sumeria hace unos 5000 años. Hoy día se acepta que la mayor parte de los suelos bajo riego presentan algunas pérdidas de productividad por problemas de salinidad.

Por otra parte se ocasionan problemas graves de salinización en superficies de cotas bajas, cuando se realizan transformaciones de riego de áreas situadas en zonas altas y no se ha previsto su influencia en aquellas otras. Directamente por la acción de las aguas de riego, pero también se puede producir por las movilizaciones de tierras que pueden provocar la aparición de rocas salinas en la superficie del terreno que además de contaminar a los suelos in situ provocaran su acumulación en los suelos de las depresiones cercanas por acción de las aguas de escorrentía.

Sobreexplotación de acuíferos y salinización de las aguas por bajada de los niveles freáticos y contaminación con aguas salinas más profundas (caso de Almería).

También por el caso contrario de elevación del nivel freático.

El empleo de elevadas cantidades de fertilizantes, especialmente los más solubles, más allá de las necesidades de los cultivos, es otra de las causas que provocan situaciones de altas concentraciones de sales, que contaminan los acuíferos y como consecuencia los suelos que reciben estas aguas.

Finalmente la actividad industrial, en ocasiones, puede acarrear situaciones serias de acumulación de determinadas sales en los suelos situados bajo su zona de influencia, por medio de la contaminación atmosférica o mediante las aguas que discurren por su cuenca hidrográfica.

(Aparte estarían las causas de la salinidad de los suelos naturales: heredadas directas, o por transformación de los minerales, de la roca madre; aporte a partir de la aguas de escorrentía superficial, hipodérmica o subterráneas; y por transporte eólico).

 

3.2 Eliminación de las sales impedida

La segunda condición que se debe cumplir para la formación de un suelo salino es que la posible eliminación de las sales se encuentre impedida. Esto se produce por la acción del drenaje y del clima.

Es necesario que el agua circule lentamente, para que impregne el suelo, disuelva las sales y estas se distribuyan en el perfil sin que puedan eliminarse grandes cantidades de ellas. Ello se origina en suelos con malas condiciones de drenaje.

Por otra parte, el clima ejerce una acción también fundamental en la formación de estos suelos, hasta el punto de que en un principio se pensó que el clima árido era indispensable. Y de hecho la mayoría de los suelos salinos se encuentran desarrollados bajo climas mas o menos áridos, pero al haberse encontrado suelos salinos formándose bajo otros tipos de climas hoy se acepta que los climas áridos favorecen enormemente la formación de estos suelos y su conservación, pero no es un requisito excluyente. Bajo este clima, los breves periodos húmedos provocan la disolución de las sales, y con ello su movilización, mientras que con las intensas y largas sequías se originan fuertes evaporaciones, que producen la ascensión de los mantos freáticos y al intensificarse la evaporación concentran las sales de la solución del suelo, que precipitan acumulándose en determinados horizontes del perfil.

Bajo climas húmedos, las sales solubles de las aguas de riego son lavadas y transportadas a horizontes inferiores, hacia los acuíferos subterráneos y finalmente llevadas a los océanos. Por consiguiente, normalmente no existen graves problemas de salinidad en regiones húmedas excepto en los casos de utilización de aguas de riego muy ricas en sales.

 

 

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