A continuación resumimos las características distintivas de las propiedades diagnósticas y materiales diagnósticos, más usuales.
Fuerte aumento del contenido de arcilla en el límite entre dos horizontes.
CaCO3 edáficos (precipitados a partir de la solución del suelo). Blandos. Sus acumulaciones normalmente están relacionadas con la porosidad del suelo (revestimientos, nódulos).
Penetraciones anchas (>5-10-15 mm.) de material E álbico (lavado en arcilla y Fe) que entran de un modo irregular en el horizonte Bt.
Capa permanente de hielo. Temperatura permanentemente por debajo de 0°C (o al menos durante dos años seguidos).
Material muy ácido (pH en KCl de 4,0 o menos) con gran cantidad de aluminio cambiable (60% o más).
Rasgos propios de las condiciones arídicas con aportes superficiales eólicos o aluviales.
Reducción superficial por aguas superficiales procedentes directamente de las precipitaciones atmosféricas, o por fusión de las nieves. Reducción más débil que la de las propiedades gleicas, colores grises y rojos abigarrados. Sufijos "g".
Suelos con alteración muy fuerte, definidos por una capacidad de cambio de cationes muy baja. Incluye materiales semejantes a los del horizonte ferrálico pero que no cumplen alguna de sus condiciones.
Propiedades fuertemente húmicas
Suelos con un alto contenido en materiales orgánicos en el primer metro de suelo (>1,4% de carbono orgánico).
Materiales edáficos con capacidad de cationes efectiva muy baja, o incluso actúan como cambiadores de aniones
Saturados en agua durante todo o parte del año y con coloraciones grises, verdes, azuladas típicas de los procesos de reducción de hierro. Hidromorfía muy intensa. Sufijos "r".
Material original duro (que no se puede cavar) que yace debajo del suelo. Quedan excluídos de este concepto los horizontes cementados por procesos edáficos (como el petrocálcico, etc). Se considera capa continua cuando presenta pocas fracturas con un ancho igual o mayor de 10 cm.
Clave FAO WRBSR para las propiedades diagnósticas
Materiales originales en los cuales los procesos edáficos todavía no han actuado de manera importante.
Materiales resultantes de las actividades humanas, mineral u orgánico, como: rellenos de fosas, escombreras, residuos orgánicos, lodos, canteras, aterrazamientos, nivelaciones, abancalamientos, etc.
Algunos de estos materiales son:
Arico. Presencia (3% o más en volumen; entre 25 y 100 cm de profundidad) de fragmentos de horizontes de diagnóstico mezclados.
Gárbico. Depósitos de residuos orgánicos (organic wastes).
Redúctico. Residuos que producen emisiones gaseosas (metano, dióxido de carbono) por transformaciones anaerobias.
Espólico. Materiales terrígenos resultantes de actividades industriales (escombreras, dragados de ríos, cunetas de carreteras, etc).
Urbico. Materiales terrígenos conteniendo restos de construcciones y artefactos.
Dan fuerte efervescencia con el HCl al 10% (con más del 2% de CaCO3 equivalente).
Para suelos formados a partir de aportes recientes traídos por los rios (también en lagos y mares)o si ya no se reciben los aportes pero los materiales todavía no han evolucionado.
Presenta perfiles estratificados, con la materia orgánica que decrece irregularmente con la profundidad, o por lo menos permanece por encima del 0,2% a una profundidad de 100 cm.
Con más de un 5% de yeso (en volumen).
Materiales orgánicos del suelo con más de 12 o 18% de carbono orgánico si están permanentemente saturados en agua y más del 20% si no lo están.
Materiales encharcados con >0,75% de azufre (formando sulfuros) y menos de tres veces de sulfuros que de carbonato cálcico equivalente; su pH (en agua) es de más de 3,5.
Materiales volcánicos piroclásticos no, o ligeramente, consolidados (por ejemplo, cenizas) o depósitos de tefrita (eólicos o aluviales).
Clave FAO WRBSR para los Materiales de Diagnóstico